Lo reconozco, me gusta acudir a este tipo de exposiciones. Prefiero con mucho una como ésta, a unas cuantas exposiciones en España, ya sea como expositor o como público. Así, ahorro el tiempo y los recursos para permitirme acudir a una cita grande.
Me gusta ver perros y gentes. Amigos, conocidos y saludados de todas las partes del mundo. Me encanta descubrir criadores y personas desconocidas. Razas y perros sorprendentes. Me gusta observar la evolución de los gustos, la aparición de nuevas modas.
Salzburgo ha sido una buena exposición, una buena mundial. Salzburgo no ha sido para nada París. Aquí los jueces sabían lo que hacían (en general) y ha acudido lo mejor de Europa.
Tan sólo la prohibición de presentar ejemplares con amputaciones -Austria buenista ¡quién lo iba a decir!- impidió una participación histórica.