Catalá-Roca


Acaba de inagurarse en Valladolid, en la Sala de Exposiciones de San Benito, una exposición antológica del -en mi opinión- mejor fotógrafo español de la historia. Francesc Catalá-Roca (Valls, Tarragona, 1922 – Barcelona, 1998) fue una de las grandes figuras de la fotografía española y principal exponente de la vanguardia fotográfica catalana. Es además un autor imprescindible a la hora de entender el documentalismo en España. La calidad estética y documental de su obra ha conseguido traspasar fronteras. Impulsor de una nueva forma de entender la fotografía se ha convertido en un maestro reconocido y admirado por toda una generación de fotógrafos, que como él, valoran una fotografía pura, alejada de cualquier tipo de manipulación.
Con tan solo 13 años se inició en la fotografía en el estudio de su padre, Pere Catalá Pic, otro de los representantes de la vanguardia fotográfica y cineasta. Abrió su propio estudio en 1947 dedicado principalmente al campo de la fotografía individual y de la ilustración.
En 1953 realizó su primera exposición en la Sala Caralt de Barcelona, muestra que al año siguiente fue expuesta en la galería Nebli de Madrid. Su obra empezó a caracterizarse ya por el reflejo de vida cotidiana de la España de la posguerra, abarcando todo tipo de temas desde el paisaje natural y urbano, hasta el reportaje gráfico.