El perro de Salvador Dalí

 Dalí a los seis años cuando creía ser una niña, levantando la piel del agua para ver a un perro que duerme a la sombra del agua (1950)

"Sólo hay dos cosas malas que pueden pasarte en la vida, ser Pablo Picasso o no ser Salvador Dalí."

“Picasso es español;  yo también. Picasso es un genio; yo también. Picasso tendrá unos 72; yo unos 48 años. Picasso es conocido en todos los países del mundo; yo también. Picasso es comunista; yo tampoco.”
Salvador Dalí

Dalí y Picasso fueron sin duda los dos grandes pintores españoles del siglo XX. A mí me interesa mucho más el pintor de Figueras -un hombre complejo y un formidable escritor- que el malagueño -un simplón al que la progresía mundial atribuye demasiados mitos y leyendas-. 
Además, debo de confesar que cuando era niño, yo también soñaba con levantar la piel del agua y despertar al perro que durmiera debajo, para jugar con él. 
Eso sí, nunca creí ser una niña. Jamás.

Dalí desnudo, en contemplación ante cinco cuerpos regulares metamorfoseados en corpúsculos en los que aparece repentinamente la Leda de Leonardo cromosomatizada por el rostro de Gala (1954)