Estos tiempos (I)

Las cosas se están complicando, o eso parece. Es un contrasentido, pero las mejoras en tecnología de las comunicaciones, en vez de solucionar, parece que dificulten aún más esto de los perros.
Hace 2 o 3 décadas, para intentar adquirir un cachorro -por poner un ejemplo- había que conocer al criador, o si no, cumpliendo con el protocolo que marca las relaciones sociales y de negocios, intentar contactar con él por teléfono, o escribiéndole una carta.


El teléfono: Ahora nadie que no lo conociera, puede hacerse a la idea de lo que era eso de las llamadas internacionales. Del coste que tenían 10 minutos de conversación con Estados Unidos en los 80´s, respecto a un salario medio de un españolito.


La correspondencia: Escribir una carta a los USA, podía tardar de 15 a 20 días en llegar, y otro tanto en recibir la contestación. Yo todavía guardo en una caja, aquellas cartas que me enviaron algunos de los mejores criadores extranjeros del momento con los que contacté. En su interior, además de dos o tres párrafos llenos de expresiones de cortesía, si había suerte, encontrabas una foto (de las de papel, por supuesto) del cachorro en cuestión. Si la suerte era menor, la foto era de sus padres, y gran parte de las veces, en el primer contacto, no llegaba foto alguna. Una descripción del perro era suficiente para comenzar. 
Todo este esfuerzo, desde luego no podía dar resultados inmediatos. Eran contactos cuyos frutos se obtendrían a medio plazo, en el mejor de los casos.
Pero con todo esto.... (continuará).