Facebook te empobrece


Internet es un universo lleno de información. Sólo tenemos que conectarnos y navegar, cualquier cosa que deseemos conocer aparece ante nosotros, estemos donde estemos, en tan sólo unos segundos.
Con internet se puede obtener información de temas como salud, deportes, tiendas, moda, belleza, empleos, historia, cine, libros, restaurantes, perros, criadores y mucho más. Una página web contiene información de un tema en particular, o información general sobre una región, un país, el mundo....  contienen textos, gráficas, fotos e incluso vídeos y música.
¿Qué somos capaces de hacer con todas estas posibilidades? Depende únicamente de nosotros mismos. Podemos intentar utilizarlo como una herramienta que nos ayude a desarrollarnos y perfeccionarnos como personas, o podemos convertirlo en aquel patio de mi casa donde, cuando yo era niño, cotilleaban las vecinas a voz en grito.
Digo todo esto, porque el pasado día 30 de agosto, decidí dar un paso más en mi acercamiento a eso que se llaman las "redes sociales", y me di de alta en Facebook. Por tanto, creo que ya puedo hablar con absoluta propiedad y conocimiento de la cosa.
Si internet es un universo, Facebook no es más que un patio de luces en un barrio de una ciudad cualquiera. Allí no sucede nada. Al menos, nada edificante. No sucede nada de provecho. Los usuarios pasan horas esperando a que alguno de sus "amigos" (personas a las que no han visto ni una vez en su vida) se conecten, para establecer una conversación equiparable a la de dos párvulos -perdón, me corrijo: incluso dos párvulos en nuestros días, tienen mejor ortografía que la mayoría de los usuarios emplea en Facebook-.
Me da vergüenza ajena. Me ruborizo cuando les leo. Es deprimente.
Por otra parte, en estas 3 semanas, he visto y leído:
- Que se ha muerto la madre centenaria de una criadora holandesa.
- El nuevo color de la pared del salón de su casa en Nueva Zelanda, de un prestigioso criador de whippets, que ha decidido que ya era hora de adecentar las paredes.
- Las fotos de tres handlers rusas borrachas en las calles de París.
- El nuevo novio, calvo y feo, de una juez allrounder inglesa.
En fin, ya ven ustedes.... un mundo trepidante.
Por favor: ¡Naveguen por internet! ¡Salgan de ese patio de vecinos! Verán como afuera no huele tanto a coliflor.