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Las dos caras de un mismo conflicto. Dos héroes, dos destinos. Algunos diarios estadounidenses mostraron ayer esa duplicidad. La felicidad del sargento Salvatore Giunta, el primer soldado estadounidense que recibe la medalla de honor en vida desde la época de Vietnam, quedó plasmada en la foto. Junto a la suya también aparecía la de Target, una perra pastora, de aspecto despierto. Después de salvar a unos a militares recibió el honor de viajar a Estados Unidos, lejos del campo de batalla, para encontrar cobijo en una familia agradecida.
Su aventura americana, sin embargo, le ha provocado lo que ni las balas ni las granadas jamás consiguieron. Target ha muerto por error. Su amigo, el sargento Terry Young, se ha quedado desolado, según ha hecho saber mediante las redes sociales.
En julio del 2009, Terry Young llegó a Afganistán, donde permaneció hasta el pasado marzo. De regreso relató su peripecia vital al McCook Daily Gazette, de Nebraska, de donde es originario aunque ahora reside en Phoenix, Arizona. Sólo gracias a unos perros podía escribir lo ocurrido. Estaban acuartelados en los barracones de Dand Aw Patan, cuando los ladridos de tres canes impidieron el acceso y lograron evitar que un suicida bomba causara una matanza. Se voló por los aires sin llevarse a ningún humano consigo. Sin embargo, Shasha, uno de los animales, murió a consecuencia de las heridas.
A los otros dos héroes, Target y Rufus –hembra y macho–, los dejó allí al emprender el viaje de regreso a casa. Entre la dureza de la guerra –"olvidas lo que es la civilización"–, Young evocó a sus amigos caninos. Su historia resultó tan conmovedora al ver la luz que arrancó un movimiento de rescate. La madre y la prometida de uno de los soldados que le reemplazó abrieron una página en Facebook –The puppy rescue mission– para recaudar dinero y poder honrar a las mascotas con un nuevo hogar. El artículo del sargento Young servía de gancho. Una organización de protección de animales se metió de pleno en la denominada misión "los siete afortunados". Entre ellos, Rufus y Target. "Nos dieron un billete para la vida", escribe ahora el entristecido militar.
En su memoria surge la fecha del pasado 18 de julio. Al revisar sus correos virtuales el corazón le empezó a palpitar de manera acelerada. Tras el encabezamiento de "Hi, Terry", una de las responsables de la campaña le preguntaba si estaría dispuesto a acoger aTarget. Le anunciaba que al jueves siguiente aterrizaría en el JFK de Nueva York. "Pensé que era un sueño, el día que me despedí pensé que no la vería jamás".
Por supuesto, a Target y al sargento Terry Young les tocó desfilar por la televisión. La popular Oprah Winfrey les entrevistó. 
El otro día, Target, acostumbrada a las aventuras y a la libertad, se escapó por la puerta de atrás. Los empleados de una perrera la cogieron y la hicieron dormir para siempre. Dicen que han abierto una investigación.
FRANCESC PEIRÓN 
La Vanguardia
Corresponsal Nueva York