Exilio


Como se habrán dado cuenta ustedes, en las últimas semanas, llevo un mosqueo considerable con mi país. La solución.... el exilio francés. Como siempre.
Antes que yo, muchos. Nos llamaban (y nos llaman todavía) afrancesados. ¡Qué nos importa!.
En casa, en Zaragoza, ya estaban naciendo las avispas y las moscas. En España, ya se sabe: toros, sol y moscas.
Aquí, ya pueden ver ustedes, voy a crear una variedad de whippets de media montaña. Aquí hoy: chimenea, música, lectura y Sun durmiendo a mis pies después del gratificante ejercicio.