¿Qué diablos....?


¡Claro que ahora se hacen las cosas mejor! ¡Sólo faltaría! Lo que digo, es que desde hace prácticamente diez años, parece que los organizadores estuvieran absolutamente satisfechos con lo hecho, y no quedara nada por mejorar. 
Tengo buena memoria. Ya sé que han conseguido un montón de mejoras: que es más fácil tramitar las inscripciones, que se pueden consultar los horarios con antelación, que los catálogos son mucho más útiles, etc.
No me importa tratar de explicarme mejor.
Es un hecho incuestionable, que el mundo de las exposiciones caninas de belleza ha conocido mejores tiempos en España. Como en todo proceso de crisis, quizá este sea el mejor momento para analizar lo que se está haciendo mal y lo que no se podría hacer mejor.
El pasado domingo, observé al público que acude a una exposición, espié durante un buen rato los movimientos de algunos de ellos. No pueden entender nada. Es imposible.
Infinitas clases (cachorros, machos y hembras, abierta, jóvenes, etc.) CAC, Excelente, Muy bueno, CACIB.... y por desgracia, aquí en España, el 80% del tiempo con sólo uno o dos perros dentro del ring. 
- ¿Qué diablos significa todo esto?- se preguntan
Y para cuando la cosa podría tener más aliciente para el espectador inexperto -las finales de Grupo y BIS- ya son las 5 de la tarde y allí no queda nadie.
La gente paga la entrada, camina dos o tres horas entre cajas con perros encerrados en su interior. Se pasean entre expositores que tienen los nervios a flor de piel, los observan subir su perro a la mesa, cómo lo peinan en dos minutos, de repente lo cogen en brazos y se pierden corriendo entre la multitud.
Nada de lo que ocurre parece muy compresible. No creo que esté muy claro lo que sucede allí, y por tanto, no creo que sea la mejor manera de popularizar o promocionar esta afición.